No es la edad, es tu mentalidad: sigue estudiando. 😉

¿Te has dicho a ti mismo que ya no estás en edad para estudiar? ese tipo de pensamientos pueden estancarte.

Muchos creen que el aprendizaje es cosa de jóvenes, que estudiar después de los 30 o 40 años es tardío, innecesario o imposible, que si ya se tiene un negocio o experiencia no hay por qué seguir estudiando, pero nada de eso es verdad.

La célebre psicóloga, Carol Dweck, hace una distinción interesante entre mentalidad fija y mentalidad de crecimiento, para ella, tienes mentalidad fija cuando crees que tus habilidades están determinadas, ya sea desde el nacimiento o por lo que ya aprendiste, o cuando piensas que lo que hoy no sabes hacer ya nunca lo sabrás, ésto se refleja en frases como: “no soy bueno para los números”, “nunca fui buen lector” o “ya no tengo edad para eso”; quien piensa así evita retos, se desanima ante la dificultad y prefiere quedarse repitiendo lo que ya sabe, eso podría parecer seguridad pero muchas veces es solo miedo disfrazado de realismo, miedo a exponerse, a fallar, a evidenciar los límites propios.

La alternativa es, como propone Dweck, adoptar una mentalidad de crecimiento, creer que puedes aprender, desarrollarte y adaptarte al mundo sin importar tu edad, esta mentalidad parte de una idea poderosa: lo que hoy no sabes hacer, puedes aprenderlo, y en un mundo que cambia constantemente, aprender no es un lujo, es un requisito.

Una persona con mentalidad de crecimiento quiere mantenerse útil, lúcida, capaz, no le teme al esfuerzo, al dolor de aprender ni al error, porque sabe que todo esto es parte del proceso de crecimiento, y necesitamos crecer.

No importa si eres colaborador o dueño de una organización, tu desarrollo no solo requiere experiencia, requiere de perspectiva, reflexión y, sobre todo, requiere renovación, así que mantente estudiando, puede que no te guste la escuela, pero no puedes permitirte que no te guste el estudio.

Estudiar te abre la mente a nuevas posibilidades, te obliga a cuestionarte: ¿por qué haces lo que haces?, ¿por qué lo haces así?, ¿cómo podrías hacerlo mejor? Y todo eso es muy valioso porque entre más años trabajas, más riesgo hay de operes por inercia y no por intención, y la experiencia sin reflexión se convierte en repetición; hay quien cree que tiene 20 años de experiencia, pero lo que tiene realmente es un mismo año repetido 20 veces.

Piensa dónde estabas hace dos años, es probable que en un lugar parecido al de ahora, solo que ahora con más urgencias y responsabilidades, no dejes que los próximos dos años pasen igual, construye capacidades nuevas que te acompañen en las siguientes etapas de tu vida, carrera y negocios.



Como decía el educador Paulo Freire: la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.

Haz espacio en tu vida para cambiar para bien tu entorno, nunca es tarde para convertirte en tu mejor versión, si estás dispuesto a aprender, estás listo para crecer, si estás dispuesto a cuestionarte, estás listo para liderar con más profundidad, si estás dispuesto a esforzarte, estás listo para alcanzar tu siguiente nivel.

Quienes lideran con mentalidad fija, se estancan, quienes lo hacen con mentalidad de crecimiento, se transforman, hazlo tú también, hazlo con Maestría.

Fe y oficio.

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